Se trató de una obra de gran magnitud, no sólo por las 420 toneladas de material involucrado, sino por las características constructivas y la arquitectura de las mismas.
El izaje de los 12 módulos se llevó a cabo con varias grúas en simultáneo, y siguiendo estrictamente la secuencia de armado para no generar interferencias.
Las columnas de apoyo se soldaron en varias etapas, luego de realizar prearmados en obra y verificar el correcto ensamble de las estructuras irregulares.
Sin duda se trató de un gran desafío tanto en la fabricación como en el montaje.